China puede impulsar las exportaciones ecuatorianas, pero se debe negociar un acuerdo comercial sin los vicios del pasado

China puede impulsar las exportaciones ecuatorianas, pero se debe negociar un acuerdo comercial sin los vicios del pasado

En los primeros ocho meses de 2022, las exportaciones no petroleras a China se incrementaron 95%. El potencial para la agroindustria nacional es enorme.

Entre enero y agosto de 2022, las exportaciones ecuatorianas no petroleras a China crecieron un 95%, hasta los $3.940 millones, en comparación a igual periodo de 2021.

Este porcentaje es siete veces mayor al 13% de incremento en el mercado estadounidense, o 19 veces más que el 5% de aumento en el comercio con la Unión Europea.

Aunque la punta de lanza de las exportaciones a este país asiático se concentra en productos tradicionales como camarón, concentrado de plomo y cobre, banano y conservas de atún, también se registra un interesante crecimiento en flores.

Alberto Valdivieso, economista e investigador en temas de comercio exterior, explicó que el Ecuador tiene grandes oportunidades de colocar más de su oferta agroalimentaria en China, e incluso explotar la creciente demanda por productos orgánicos, con valor agregado y que tengan alto valor nutricional.

“El intercambio es complementario. China puede ser fuente de tecnología, maquinaria y equipos, e incluso inversiones en áreas como las Alianzas Público-Privadas; mientras nuestro fuerte es la producción agrícola y pecuaria, e incluso ofrecer facilidades para que Ecuador se convierta en un centro logístico de ese país asiático en América Latina”, puntualizó.

Negociar con inteligencia

En febrero de 2022, durante una entrevista con LA HORA, el canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, explicó que una de las metas prioritarias del Gobierno es concretar un acuerdo comercial con China hasta finales de 2022 o inicios de 2023.

“La importancia del Tratado de Libre Comercio es que nos permitirá explorar nuevos mercados asiáticos con una nueva ruta de la seda. El principal sector beneficiado será el agroexportador”, dijo.

Sin embargo, una de las mayores preocupaciones es la asimetría entre los dos países, y los costos altamente subsidiados en algunos sectores productivos chinos, frente a la baja productividad y la cara producción ecuatoriana.

Por eso, Verónica Núñez, consultora en comercio exterior, comentó que se debe negociar con inteligencia para poner plazos más largos de desgravación de aranceles en los sectores productivos más sensibles para Ecuador.

A la par se debe trabajar en concretar reformas importantes como la Ley de Inversiones, donde uno de los capítulos más importantes son las zonas francas, que puede ser un mecanismo rápido y efectivo de ganar competitividad y reducir costos.

“Existen riesgos, y todo dependerá de cómo se negocie, pero no se puede cerrar la puerta al mercado chino. Los diálogos iniciaron en julio de 2022, y se conformó un cuarto adjunto con el sector privado. Falta más transparencia de cómo va el proceso, pero es necesario para el país. Podría incrementar el comercio bilateral en más del 35% en un inicio”, puntualizó.

Evitar la relación tóxica

Para potenciar el comercio y las inversiones con China, el país debe aprender de sus errores del pasado.

En otras palabras, se deben establecer todos los controles y políticas de transparencia necesarias para que no se repita lo ocurrido entre 2010 y 2019, cuando a Ecuador llegaron $22.589,6 millones desde China bajo la modalidad de créditos bilaterales a través del EximBank China y el Banco de Desarrollo de China.

Este dinero financió principalmente obras del Gobierno central en infraestructura de sectores estratégicos, pero también la construcción de carreteras y otros proyectos clave. Todo eso se acordó en condiciones desfavorables, con contratos reservados; y en muchos casos, como el de Coca Codo Sinclair, terminaron en obras llenas de fallas y con riesgo de colapso total.

Todas esas obligaciones crediticias, a pesar de las renegociaciones del actual Gobierno de Guillermo Lasso, todavía tienen más de 10 años para ser saldadas.

El informe de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, titulado ‘Inversiones chinas, ¿cómo han afectado a la institucionalidad de Ecuador?’, apunta a que las inversiones y financiamiento sin transparencia, e incluso corrupción de por medio, se convirtieron en “capitales corrosivos”.

Por eso, tanto para comercio exterior como para cualquier proyecto que se haga con capital chino, se debe poner el foco para que se conozcan a plenitud las condiciones del contrato; la documentación sea pública; se eviten cláusulas de confidencialidad en temas de interés público; que haya transparencia en las obligaciones adquiridas y se contrarresten temas de corrupción.

Andrés Lozano y Leonardo Gómez Ponce, autores del informe, aseguraron que incluso se debe pensar en reformas legales para que no se permita que en los contratos de crédito se tenga que contratar obligatoriamente a una empresa para la construcción de la obra del mismo país prestamista. También se debe avanzar en la reforma legal que permita conocer a los beneficiarios finales de los contratos.

Esto último, que tiene que ver con cambios de fondo en el sistema de contratación pública, incluso es una exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro del acuerdo vigente de financiamiento con Ecuador. (JS)

Carolina Alexandra Gordillo Are asesora a empresarios sobre cómo encontrar las mejores oportunidades de comercio exterior con China. Actualmente, brinda sus servicios a Perú, Chile, Honduras, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Colombia y Bolivia.

Dice que desde grandes fábricas a pequeños emprendimientos pueden importar materias primas baratas para sus operaciones, explicando que la importación y posterior comercialización de productos tecnológicos puede generar ganancias de más del 200%.

En el caso de las exportaciones, las oportunidades también son extensas en temas como productos agroalimentarios, donde Ecuador es fuerte, pero también en el mercado poco explorado de los productos de lujo o exóticos.

“Se estima que, para fines de 2022, el 76% de la población urbana china, es decir 630 millones de habitantes, pertenecerá a la clase media. Este sector social ama los productos de marca extranjera ya que les brinda identidad y estatus”, dijo.

Actualmente, en ese mercado predominan las ofertas australianas, europeas y americanas, pero la producción que viene de América Latina tiene un gran espacio de crecimiento.

Ecuador, cuya producción de ‘super foods’ y alimentos con valor agregado todavía está en desarrollo, puede aprovechar el mercado chino.

Intercambio comercial

  • China se ha constituido en el primer destino de las exportaciones no petroleras ecuatorianas, incluso superando a Estados Unidos.
  • Los principales productos que se importan de China son vehículos, maquinarias, caucho y sus manufacturas, químicos.
  • China es la fuente del 10,8% de la Inversión Extranjera Directa que ha llegado al país en el último año.
 
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